Equipando La Mente

El Poder Espiritual Del Sexo

 

Demonio y Sexo (m)El sexo fue “inventado” por Dios. El propósito principal por el cual Él lo creó fue para procrear: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra (…)” (Génesis 1.28). Este fue el propósito principal. De no ser así, ni tú ni yo estaríamos en el planeta. A través del sexo es que la raza humana pudo y puede aún multiplicarse.

Pero, en su omnisciencia, Dios sabía que sería una “tarea” tediosa tener sexo solo para multiplicarse. Y, en su bondad, añadió un ingrediente para que procrear no fuera solo un deber, sino también un placer. Y por eso permitió que el sexo sea también para producir y obtener placer mutuo entre las parejas: “Y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre (Pr. 5. 18b-19).

Ahora bien, este placer no quedó limitado solo al acto de procrear. ¿Te imaginas si cada vez que las parejas desearan tener sexo existiera la obligación y la responsabilidad de tener hijos? No muchos se casarían, por lo menos en la actualidad. Por eso el “invento” de Dios no está limitado a la procreación.

No obstante, este placer no nos ha sido otorgado para experimentarlo sin ningún compromiso. Es decir, no es solo para excitarse y tener un orgasmo o clímax. Este placer Dios lo diseñó para cultivar y fomentar intimidad entre las parejas casadas: “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1Co. 7. 2-5).

Parte del poder espiritual que el sexo tiene es el de unir, ligar o pegar entre sí las almas de las personas que lo practican: “Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país. Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella. Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven. Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer” (Génesis 34. 1-4, 8).

Es por eso que Dios solo permite el sexo entre parejas casadas. Dios estableció el sexo dentro del marco del matrimonio. “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios (He. 13.4). Tener sexo fuera del matrimonio es violar los parámetros sagrados establecidos por Dios. El sexo es puro solamente cuando se practica dentro del matrimonio. Cada vez que la Biblia menciona la palabra inmundicia en relación al sexo, se está refiriendo a la fornicación y/o al adulterio, o a cualquier otra práctica que viola la pureza del sexo reservado para el matrimonio: “(…) han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido” (2Co. 12.21). “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia (…)” (Gá 5.19). “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (Ef. 5.3).

Indiscutiblemente que la unidad íntima de una pareja comienza con el matrimonio, y no meramente con el acto sexual. Desde el principio Dios había dicho: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn. 2.24). Pero es obvio que el sexo forma parte de esta unión. De no ser así, Dios no lo hubiera incluido.

Debe agregarse que el sexo tiene el poder de unir a las parejas aun fuera del vínculo del matrimonio. La diferencia entre el sexo marital y el sexo extramarital estriba en que en el primero, el esposo y la esposa se convierten en una sola carne bajo la bendición de Dios; mientras que en el segundo, las parejas se convierten en una sola carne bajo la maldición de Dios.

En ambos casos el acto sexual crea un vínculo, sea para bien o para mal. Esto depende de si este vínculo toma lugar en una relación con las condiciones correctas, basado en un compromiso de amor demostrado y comprobado por el compromiso del matrimonio, y una búsqueda de verdadera intimidad arraigada en una base de entrega y lealtad mutua.

El hecho de que el sexo ocupe un lugar importante en el matrimonio no significa que esté verdaderamente cumpliendo con el propósito de Dios de juntarlos y hacerlos una sola carne. Aunque el vínculo inicial que conlleva a convertir a una relación en una sola carne puede formarse durante el primer encuentro sexual que una pareja tenga, la plenitud de lo que Dios quiere hacer en lo relacionado a una sola carne toma tiempo. Tienen que convertirse en una sola carne. Y esto, como se dijo, viene como consecuencia del compromiso de entrega y lealtad que se hizo (y que se observa) durante el matrimonio.

Una prueba indubitable que puede demostrar que el sexo puede convertir a una pareja en una sola carne es el acto de la concepción, el embarazo de una mujer y el nacimiento de un bebé. Tómese en cuenta que esta criatura se forma en el vientre de la madre como consecuencia de la unión entre el espermatozoide del hombre y el óvulo de la mujer. Y de esta unión surge un ser que porta los genes de ambos padres. Es tanto así, que el bebé no solo puede heredar los rasgos físicos de sus progenitores, pero también las enfermedades y defectos congénitos. Hasta este nivel llega el alcance del sexo.

Debido a la capacidad que el sexo tiene de unir a las personas entre sí, el sexo, además, tiene el poder espiritual de transmitir los pecados, las adicciones, las contaminaciones e inmundicias, y hasta las ataduras o esclavitudes espirituales de una persona a otra.

El apóstol Pablo nos arroja más iluminación para entender mejor este concepto. En 1Co. 6.16 él escribió: “¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.”

Nótese claramente como la unión sexual tiene la implicación de convertirnos en una sola carne aun cuando nosotros no tengamos la intención de llegar a ese fin. Como es el caso del que Pablo habla, en donde el individuo que se acuesta con una ramera buscando solamente satisfacer sus deseos sexuales, es vinculado, a través del acto sexual, con la práctica de esa mujer y con lo que ella es. Es decir, el sexo que tuvo lo convierte en participante de todas las fornicaciones de las que la ramera participó, y traspasa todas las contaminaciones de la ramera hacia él. Es como si éste sujeto hubiera fornicado con todos los hombres con los que la ramera fornicó. Realmente, en términos espirituales, esto, literalmente, es así.

Este concepto es válido inclusive en la ciencia médica, y desde un ángulo meramente físico. Enfermedades como la sífilis, la gonorrea, el HIV son transmitidas por la unión sexual. De la misma manera, como Pablo dice, los pecados y la basura espiritual de una persona puede ser transmitida “espiritualmente” a otra persona a través de la unión sexual.

La ciencia médica también advierte de los efectos —a largo alcance— que puede tener el sexo, de cómo una persona puede desarrollar HIV hasta cinco o diez años después de haberlo practicado con otra que haya sido portadora del virus. Hay también registros médicos de mujeres con cáncer cervical por practicar sexo con múltiples parejas sin protección —cómo el semen de diferentes hombres puede causar este mal.

De la misma manera, el sexo —practicado fuera de la voluntad de Dios— puede causar enfermedades de carácter espiritual. Como el ejemplo de la ramera que el apóstol Pablo presenta.

Empero, este otro o segundo poder espiritual que el sexo tiene no se limita a funcionar solamente entre personas que fornican y adulteran. Aun entre personas casadas puede surtir el mismo efecto, puesto que no solamente se trata de tener relaciones extramaritales, sino, además, de tener relaciones sexuales con la persona equivocada. Por eso la Biblia nos advierte acerca del yugo desigual: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? (2 Co. 6.14-15).

Un cristiano que se casa con un impío se expone a experimentar este tipo de contaminación. No obstante, una persona que estando casada se convierte a Cristo, aunque su compañero(a) no se haya entregado a Dios, esta persona tiene el poder, otorgado por Dios, de evitar que las trabas o cadenas espirituales de su compañero(a) aún no cristiano(a) les sean transmitidas: “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos” (1Co. 7.13-14).

El mero hecho de haberse entregado a Cristo crea un círculo de protección a favor del cónyuge creyente. No obstante, esto no quiere decir que el cónyuge incrédulo o los hijos no creyentes sean salvo; la salvación es individual y se adquiere por medio de la fe en la obra redentora de Cristo —no se traspasa de una persona a otra. Sino que Dios bendice el hogar, independientemente de los incrédulos que el él habiten, por causa del creyente que mora en él. Hay bendiciones sobre la cabeza del justo” (Pr. 10.6a).Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida” (Pr. 11.11a). Parte de la bendición del justo es su protección espiritual: “mas líbranos del mal” (Mt. 6.9), El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende (Sal. 34.7), Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro” (Sal. 91.4a); y a veces su protección física: El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora…Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Sal. 91. 3, 7).

Por eso es sumamente importante tener cuidado con la clase de personas que dejamos entrar en nuestros corazones y en nuestros cuerpos. Ya que el sexo no es solamente un intercambio corporal, pero también un intercambio espiritual. Es una poderosa puerta que puede abrirse para darle entrada no únicamente a los pecados y a la contaminación de las otras personas, pero también a sus demonios, logrando que se alojen en tu templo (cuerpo), en tu hogar, en tu círculo familiar. Y de la misma manera que las tienen a ellas esclavizadas y destruidas, te esclavicen y te destruyan a ti también. Esta es la razón por la que muchas personas quedan adictas a otras, y a sus vicios. Las ataduras espirituales que obtuvieron por medio de las relaciones sexuales esclavizan sus almas y las mantienen atadas a esos hombres o mujeres, a los hombres o mujeres de la misma calaña, y a los espíritus de las tinieblas que los siguen a ellos/ellas.

Tanto así, que aun después de haber terminado con una relación enfermiza y destructiva, tales personas quedan y permanecen atormentadas espiritualmente. Las parejas se separan, pero los demonios que permitieron entrar —a través de una relación sexual— quedan habitando en sus contornos y en sus vidas.

Este también es el motivo por el que muchas personas atraen la misma clase de gente a sus vidas después de haber salido de una relación disfuncional. Es por causa de ese demonio conocido (pues ya sabe quiénes son ellos/ellas) que la pareja o el cónyuge anterior les dejó.

septiembre 29, 2015 - Posted by | Misceláneas

26 comentarios »

  1. Muy buen articulo, si la juventud comprendieran lo importante que es el cuidarse ya que están poniendo en juego su vida carnal y espiritual por un placer pasajero.

    Comentario por Jasmin Johnson | septiembre 28, 2016 | Responder

    • Gracias Jasmin, por tu comentario y apoyo.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | octubre 1, 2016 | Responder

    • Yo creo No es culpa de la juventud sino del sistema en que vivimos eso díselo a las élites mafiosas y al is gobiernos que tiren empobrecidos muchos pueblos y que los obligan a hacer cosas deshonrosas para poder sobrevivir en este mundo ya dirigido por mentes diabólicas y alienigenas

      Comentario por Gg | febrero 17, 2023 | Responder

    • Yo creo No es culpa de la juventud sino del sistema en que vivimos eso díselo a las élites mafiosas y al is gobiernos que tienen empobrecidos muchos pueblos y que los obligan a hacer cosas deshonrosas para poder sobrevivir en este mundo ya dirigido por mentes diabólicas y alienigenas, porque ya estamos en un punto de la vida tan depravante donde la mujer o el hombre tiene que vender su cuerpo para comer, seguro no has vivido esto o lo has visto desde cerca esa situación de desespero, es muy fácil juzgar pero difícil entender situaciones verdad?

      Comentario por Gg | febrero 17, 2023 | Responder

  2. Muy bonito pasaje… Dios lo sigua usando para la gloria de su nombre.

    Comentario por Jaqueline | noviembre 22, 2016 | Responder

  3. Poderoso mensaje, Dios bendiga al escritor como a cada uno de quienes lo leemos, gracias.

    Comentario por Guillermo | septiembre 12, 2017 | Responder

    • Gracias Guillermo. Dios te bendiga abundantemente.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | septiembre 12, 2017 | Responder

  4. Gracias por el dato pero qué tipo de demonios pasan los o las mujeres en cada diferente relación sexual,y si es traspasado este mal a sus hijos futuros por herencia

    Comentario por Dani | noviembre 18, 2017 | Responder

    • Dani. El sexo ilícito es una puerta abierta al diablo; Satanás puede usarlo como una forma de esclavizar a las personas que lo practican, para que vivan una vida sumergida en la inmundicia. El sexo puede convertirse en una adicción, y toda adicción es idolatría. Debe agregarse que, así como hay enfermedades que son transmitidas por el contacto y el intercambio de los distintos fluidos corporales que son liberados durante el coito (enfermedades venéreas), también hay condiciones espirituales malévolas que son traspasadas a las otras personas a través de las relaciones sexuales. Esta es una razón por la que el Señor prohíbe la fornicación y el adulterio; porque el sexo —fuera del marco del matrimonio —contamina tanto la carne (el cuerpo) como el espíritu. «Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios» (2 Co. 7.1).
      Y en cuanto a tu pregunta, acerca de «qué demonios pasan a las otras personas durante las relaciones sexuales ilícitas, y si son traspasados a futuras generaciones»; te diré que hay demonios que se dedican (o se especializan) en operar cierta clase de mal contra las personas. Por ejemplo, en cierta ocasión Jesús reprendió a un espíritu inmundo (un demonio) y lo llamó «espíritu mudo y sordo» (Mr. 9.25). El padre del muchacho del cual Jesús había expulsado este espíritu también reconocía que era un demonio el que había mantenido a este joven en esta condición (vrs. 17). No hay tal cosa como un espíritu mudo y sordo; el hecho de que Jesús lo haya llamado de esta manera simplemente significa que este demonio se había dedicado a desarrollar esta condición física en este joven y a mantenerlo esclavo de esa enfermedad por tanto tiempo.
      La vez que Jesús sanó a una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma, el Señor reveló, a través de lo que dijo, que hay enfermedades causadas por el diablo (Satanás y los demonios): «Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?» (Lc. 13.16).
      De la misma manera que el diablo puede causar enfermedades físicas, también puede atar o esclavizar a las personas a los deseos de la carne; y el sexo promiscuo se presta para tales fines. Jesús enseñó que «lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen (…) los adulterios, las fornicaciones, (…) la lascivia (…). Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre» (Mr. 7.20-23). El adulterio y la fornicación contaminan el cuerpo y el espíritu. Y tratándose de que Satanás y los demonios son espíritus inmundos, se complacen, por ende, en seducir a las personas para que practiquen toda clase de inmundicia, y se dedican a mantenerlas esclavizadas a tales prácticas. Estos demonios pueden continuar oprimiendo a las personas que practican estos pecados (Mt. 12.43-45), y hasta pueden perseguir a las futuras generaciones para que continúen haciendo lo mismo.
      Tomemos en cuenta que «el ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir», y que, por lo tanto, no podemos darle lugar al diablo (Ef. 4.27). Y no hay una manera más oportuna para darle lugar al diablo que el sexo practicado fuera de los parámetros establecidos por Dios.
      Estimado Dani, espero poder haber contestado tu pregunta. De cualquier manera, quiero recomendarte a que repases esta entrada (o artículo) detenidamente. Deseo terminar citando que la Biblia nos ordena a tener misericordia de otros «con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne» (Judas 23).

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | noviembre 29, 2017 | Responder

  5. Muy bueno tu informe, apoyado en bases bíblicas. Gracias.

    Comentario por Alejandro | noviembre 26, 2017 | Responder

    • Alejandro, gracias por tu comentario. Bendiciones.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | noviembre 28, 2017 | Responder

  6. De la relación entre el hemisferio izquierdo y el derecho de nuestro cerebro nace una extensión física de donde emerge la conciencia y la voluntad de elección. Esta extensión nueva en el reino animal es considerada por analogía como el hijo de un padre y una madre. Para que exista un trabajo equilibrado, fluído y dinámico en los hemisferios debe existir un formato de entendimiento educativo que no interrumpa su comunicación. Cuando el formato promueve la incomunicación, está separando, polarizando las funciones de los hemisferios y de esta separación se divide la persona en dos posibilidades, de las cuales se eligirá una y se enviará a las sombras la otra, de ahí emerge la sensación e idea de bien y mal creada en la mente. Por lo tanto la comunicación es un efecto natural y espontáneo que se origina en la no interrupción de los hemisferios. Desde el punto de vista racional es unificar lo separado en la mente, en donde lo oscurecido es lo desconocido que forma parte como naturaleza de fuerza compensatoria. Esa es la primera iluminación. Entonces la primera comunicación se realiza en uno mismo, de allí se origina el ámate a ti mismo, ya que es unir la idea de bien y el mal que existe en uno producto de la separación, causa fundamental del sufrimiento y la culpa. Esta es la libertad que atemoriza a muchos porque se deja de actuar por la ley y nos hacemos cargo de toda la responsabilidad, y esto no es así, no existe carga de responsabilidad existe simpleza y sencillez porque se está comunicado con la realidad o con dios o la vida o como quieran llamarlo. Es pasar de la ley creada por los hombres a las leyes naturales o divinas y estas no se piensan se viven y se sienten, y nos potencian.
    Así que el reto de la nueva educación es constituir un nuevo formato educativo que acompañe la naturaleza perfecta que poseemos y que hoy intervenimos en obstaculizarla y crear una gran complejidad totalmente inecesaria en donde cada matiz de separación es transformado en una patología que debe ser curada para someter a las personas a adaptarse a un sistema distorsionado y al punto del lógico colapso.

    Comentario por LIA | noviembre 19, 2018 | Responder

  7. Bendiciones que el Señor nos cubra con su presiosa sangre a todos los que participamos de esta enseñanza amen .Soy cristiana hija de Dios Altisimo .soy una mujer de Dios profeta por que al padre le place que sea asi .mi vida mis hermanos fue triste habeces hoy mismo no creo que una persona que este alejada del Señor pueda salir adelante sola con los eventos que yo vivi .pero mi Dios es grande es bueno y el me rescato de la oscuridad ahora soy nacida dr nuevo y llevo su adn estoy revestida con su bendicion y el me sostiene y me cuida amen.me case con un hombre comun pense pero el tiempo demostro que somos muy diferentes .estamos separados el no consigue renunciar a sus pecados se involucro con mujer sacerdotizas del diablo su vida su consultar las cartas y todo las mentiras que los brujos le decian el cree .esta contaminado en la fornicacion atado y no se kiere arrepentir no busca dl Señor esta ciego sigue en adulterio con lo k pueda inrrespeta al padre ya no compartimos lecho por que esta enrredado con mujeres cada vez mas y yo no voy a ser complice que el Señor me guarde y a mis hijos que son exelentes hijos

    Comentario por Lola | diciembre 3, 2018 | Responder

    • Gracias Lola. Que Dios te bendiga y te ayude a seguir adelante en Sus caminos y en Su obra. Sigue adelante y no desmayes, que Dios te impartirá Sus fuerzas.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | diciembre 3, 2018 | Responder

  8. que hago fui.infiel varias veces con.diferentes parejas eb mi matrimonio, resukta q mi esposo habia tenido pocas parejas pero.yo he tenido mas y siempre andaba triste y sombria lei aqui que los malos espirtus de las parejas con las.cuales tuve que han sido hombres demasisdos mujeriegos puede influir en, mi tristeza y en la de mi esposo pues a el se le tienen que haber pasado a traves de mi…que puedo hacer para salvar mi matrimonio … necesito ayuda mi esposo esta deprimido y no es mentira lo q ud dice que cuabdo yo le fallaba el presentia sin q yo le dijera algo… asumo que es porque sonos una sola carne quisiera saber q puedo hacer para salvar lp q Dios me dio y no valore por mos deseos carnales

    Comentario por saly | enero 12, 2019 | Responder

    • Estimada Saly.
      La Biblia dice en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
      La única manera de que podamos liberarnos de los pecados pasados (de todas las cosas malas que hemos hecho), y de todo el poder y la culpa que ejercen o pueden ejercer en nuestras conciencias y en nuestras conductas, es entregando y rindiendo nuestras vidas a Jesucristo. Solo Él tiene el poder de enterrar nuestro pasado en el fondo del mar y de darnos la capacidad de comenzar una nueva vida, una vida —espiritual y moral— desde cero.
      “El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”
      —Miqueas 7.19
      “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” —Isaías 1.18
      “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” —Isaías 43.25

      Si aún no has tomado la decisión de buscar a Dios como la única y mejor alternativa para tu vida, pues te aconsejo que lo hagas. Pero si ya lo has hecho, y aún así sientes culpa por las cosas que has hecho, busca conserjería pastoral. Muchos pastores cristianos están altamente capacitados y cualificados para orientarte y ayudarte a superar diferentes crisis espirituales y emocionales.

      Si quieres recibir a Jesús como Señor y Salvador haz ésta oración:
      “Amado Padre Celestial; confieso que soy pecadora y me arrepiento de todos mis pecados. Recibo a Cristo como mi Señor y Salvador, y te suplico que, con Su sangre, limpies mi vida de toda la maldad con la que he pecado contra ti. Escribe mi nombre en el libro de la vida, y lléname de tu Santo Espíritu. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.”

      Si hiciste esta oración con un corazón sincero, ya eres salva y perteneces a la familia de Cristo. Busca una iglesia cristiana que predique y enseñe la Biblia, y afíliate a ella para que puedas crecer espiritualmente y puedas servir al reino de Dios.

      También te aconsejo que leas la entrada (o artículo) que escribí en mi blog bajo el título: El Fantasma del Pasado. Si acaso no lo puedes encontrar, comunícamelo y yo, con mucho gusto, te enviaré una copia.

      Gracias por haber compartido un asunto tan personal. Que Dios te bendiga.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | enero 13, 2019 | Responder

      • Todo lo dicho es verdad ya que como Ginecólogo he visto y sigo observando, la cantidad de mujeres con cáncer por acostarse con el que no es su esposo, y no solo eso si no perturbaciones espirituales tormentos demoniacos

        Comentario por Dr. Alex Alegria | marzo 31, 2021

      • Gracias Dr. Alex. Dios le bendiga.

        Comentario por Pablo Collazo - Administrador | abril 27, 2021

  9. Muy buena enseñanza edificante se da cuenta uno de dónde Dios lo guardo, saludos desde Colombia, sigue creciendo y cuídate mucho

    Comentario por Hamilton | abril 24, 2021 | Responder

    • Gracias Hamilton.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | abril 27, 2021 | Responder

  10. Excelente!

    Comentario por Eduardo Machado | diciembre 25, 2021 | Responder

    • Gracias Eduardo.

      Dios te bendiga.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | agosto 16, 2022 | Responder

  11. Hola, me gustó mucho la nota, yo tengo una duda por un caso mío
    Quiero saber si chapando (beso con lengua) se pueden transmitir esos espíritus
    En mi caso yo fui libre del espíritu de jesabel y hace poco ví a mi ex y lo bese con lengua, y yo antes cuando era su novia tenía relaciones sexuales con el, y creo que el me pasó ese espíritu no estoy segura pero es lo que pienso, y al averlo besado tengo miedo que eso haua volvido, me arrepiento mucho, ya me arrepienti, pero tengo esa duda dando vueltas en mi cabeza, mi templo estaba limpio y tenfo miedo de que eso lo haya contaminado. Espero me conteste ya que los comenta son de mucho tiempo, gracias y bendiciones ❤️❤️

    Comentario por Yuliana | marzo 4, 2022 | Responder

    • Estimada Yuliana.

      Gracias por haber tomado de su tiempo para leer esta publicación y por la confianza y el valor que ha tenido de manifestar su experiencia y su preocupación.

      Cualquier tipo de contacto sexual extramarital se presta para abrir una puerta que puede conducir a la contaminación espiritual como también a la adicción. Dios nos ha dado recursos para resistir y no caer en tentación y para mantenernos limpios y libre de esclavitud: Jesús nos enseña a orar para que Dios nos libre de tentación (Mateo 6.13; 26.41). También la Biblia dice que Dios nos ha dado espíritu de poder y de dominio propio (2 Ti. 1.7). El dominio propio es semejante a un músculo, se va fortaleciendo mientras más veces lo ejercitamos.

      Pero, aun si hemos fallado, Él también nos ha provisto de los medios para ser restaurados:
      “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2.1).
      “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1.9).

      Una sugerencia que le puedo ofrecer es que evite la compañía de personas que usted sabe que le pueden perjudicar. Por otro lado, si usted se encuentra lidiando con culpas del pasado, le recomiendo que lea el artículo titulado “El fantasma del pasado”, que también he publicado en este blog.

      Deseo que estas palabras le puedan servir de ayuda y que Dios bendiga su vida. Si cree que necesita más ayuda le recomiendo que busque orientación dentro de su comunidad cristiana. Pero, en casos como estos, fije su atención en líderes que hayan demostrado carácter, madurez, capacitación, integridad y honestidad.

      Bendiciones.

      Comentario por Pablo Collazo - Administrador | marzo 8, 2022 | Responder

    • Pensaba yo de niño que Las adicciones que existian solo drogadiccion, alcoholismo, ludopatia, tabaquismo pero jamas me hubiera yo imaginado que la masturbacion y pornografia tambien crearan adiccion de verdad que son un infierno jamas me imagine que a mi en lo personal haya tenido la desgracia de tener 23 años de adiccion a LA masturbacion y 17 años de adiccion a LA pornografia ahorita gracias a dios ya llevo 1 año con 6 meses libre de pornografia pero la masturbacion no LA he podido superar Al 100 por ciento es una desgracia.

      Comentario por Anonimo | julio 15, 2022 | Responder

  12. Excelente mensaje,lleno del Espíritu Santo bendiciones hermano

    Comentario por Christian | agosto 29, 2022 | Responder


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